y así el mundo se llenan de canciones que fracasan en el
intento de explicar el misterio pero que -en caída y derrotadas-
se las arreglan para convertirse en grandes canciones."
Rodrigo Fresán
del libro Formas Breves.
Un comienzo lento, vacilante. Una voz para dentro que va encontrando cada vez más espacio, hasta salir y ser la canción.
"Puede ser, es verdad,
este mundo quiere terminar
y aquí me ves: de pie.
...dice la primer estrofa, no tiene apuro crecen los sonidos y cada vez es mas informe (una percusión sorda a lo lejos), rodean al hueso del decir, la envuelven y la voz por momentos es la melodía y por momentos es lo único que puede respirar la canción.
Uno estaría tentado en decir que la habitan los sonidos, es decir; esta la melodía, esta la voz, esta la letra pero quizás esto no sería posible si el lugar de la enunciación, el "yo canto" de Pablo Dacal no estuviera afectado por el peso específico de los sonidos, esto le da gravedad, peso, carnadura, se hace real, la inminencia de ese fin que propone la lírica de esta canción, llamada "mi voz".
***
Tendras que aprender a construir
la melodía que hable de vos.
Canta Fito invitado en la canción anterior, subrayando que este disco es la posibilidad y la construcción de esa voz, que elige ubicarse lateralmente a nuestra tradición de escritor de canciones.
No en vano el primer disco de Pablo Dacal construye su propia genealogía, de George Brassens a Rodrigo, de Ramón Ayala a Leonardo Favio y Discépolo, pasando por esas canciones anónimas que todo el mundo parece saber , y claro, son verdaderas apropiaciones porque extrae estas canciones de otros contextos y las presenta junto con sus composiciones otorgándole un sabor añejo.
El título del disco debut, funciona tanto como chiste y como modesta declaración de principios "13 Grandes Exitos", que por la sonoridad y la ambición de cada canción busca considerarse anácronico.
De hecho el siguiente disco"La era del sonido" subraya el gesto inicial, tornándolo aún más irónico. Ya no hay apropiaciones, no hay nostalgia, pero si hay fiesta, un tanto montada en los arreglos que son mas preciosistas y en las canciones que presentan ese alegre desenfado, casi como si fuera una banda de fondo en un bodegón en la Buenosaires portuaria del 1900, tal como lo imaginó Hugo Pratt con su inigualable "Corto Maltes".
El imaginario musical de estos dos primeros discos, esta atravesado por el pasado, pero en este caso el trabajo sonoro no busca la verosimilitud como efecto de verdad, aca no hay documento, hay recreación de una idea del pasado, que se nos presenta: juguetón, fresco, picante y sobretodo artificial.
El mayor laburo (esto es mucho mas claro), en "la era del sonido" es el de la comunión de la orquesta en función de la voz. Trabajo sutil, detallista, prolijo, casi invisible,otorgando cuerpo sonoro a la voz de Pablo Dacal.
A la vez el mayor artificio de la propuesta, es justamente la Orquesta de Salón, porque el pasado inmediato, esta en esos instrumentos, pero no la utilizan para validar las canciones con el aura sagrada de la música clasica, como Metallica por citar un ejemplo torpe de grandilocuencia. Sino mas bien, para utilizarlas con humor, generando situaciones sonoras (a manera de viñetas) que presentan a este personaje un poco arrabalero, irreverente, paródico, tierno; que es el Pablo dacal de la Orquesta de Salón.
El nuevos disco comienza con una canción que ya en su primera linea lo dice todo:
"Decidido a soltar el pasado..."
Si antes apelaba a la tradición para crear sus precursores, en este disco ya desligado de la Orquesta de Salón, comienza a encontrar su voz y a afianzar una poética propia, es decir una mirada sobre el mundo y las cosas. La búsqueda sonora es otra, si antes la búsqueda parecía anacrónica, hoy no hay nada más retro que presentar su nuevo disco con el nombre "El Progreso".
En este nuevo puñado de canciones hay un dejo de nostalgia, hay una voluntad de cronista y hay una estética muy cuidada en cada situación sonora.
Estética que podría llamar pudorosa, no porque no se anime a más, sino porque conoce bien ese límite entre la canción perfecta y la canción, por eso el disco es la puesta en escena de esta búsqueda. Hay una conciencia feroz sobre los tópicos recurrentes de la poética del rock nacional, es decir; ya no hay inocencia ni nada por descubrir.
Frente a esto el autor hace lo único que puede hacer. Frenar el impulso por hacer la canción para "hacer" sencillamente la canción y para eso hace falta mucho silencio, mucho trabajo y una cuidada ingenuidad sobre las cosas.
***
La canción continua y parece alcanzar su clímax, cuando la voz desde esa intima fragilidad le cede el terreno al bandoneón para perderse en un mar de sonidos sordos.
Antes nos cantaba una de las estrofas más bellas:
"si pudiera encontrar
la palabra que te haga feliz,
total después te vas."
Las canciones citadas son:
Mi Voz.
Lo que esta sonando.
Desorientado.
Para chequear informacion y escuchar algunas canciones pueden ir a:
www.pablodacal.com
www.myspace.com/salonerias
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