miércoles, 2 de enero de 2019

La familia: una institución siniestra (lecturas sobre el destino de la mujer, y su mandato cultural)



               Hay cuestiones culturales que damos por hecho: la costumbre, la cotidianidad y la rutina hacen la mayoría de las veces de filtros para que la percepción atempere su intensidad y se amolde a un mundo que creemos conocer al dedillo. La familia es uno de esos hechos que uno supone sólidos y anclados en el tiempo, pero la cuestión principal es que uno olvida o pretende negar que la familia como tal es una experiencia tanto de convivencia como un experimento sobre la crianza, y los modos del amor.  Es un proceso que como tal va decantando en el tiempo y en el espacio su forma más conveniente, esto no implica necesariamente una familia unida, sino que hay diferentes modos de construcción de lazos y de sociabilidad familiar, hay otra forma de vivir la familia que conspira constantemente contra la tradición, que por más embates que haya recibido la familia como "institución" sigue firme en este mundo de constantes mutaciones culturales y tecnológicas.

Sobre esta problemática versan dos fenómenos estéticos distintos en su concepción y en su especificidad, pero que en el corazón de su discurso buscan roer, minar, socabar a la idea primero de la familia como un bien instituido y segundo combaten el rol de la mujer que esta tradición tiene preparada para ella, rol que viene siendo rigurosamente cuestionado desde las luchas feministas y que ahora en este nuevo escenario político es pertinente para los espacios políticamente correctos que llenan tanto su agenda como su discurso con loas sobre la condición femenina.
El problema cuando ocurren estos fenómenos sociales, es que se termine tomando la parte por el todo olvidando que la problemática que atraviesa las diferentes capas sociales es un interrogante cultural y político, en su acepción más íntima sobre los modos, las formas y las políticas sobre la vida.

Dio la co-incidencia que diera con estos dos discursos estéticos de manera casi simultánea y de alguna manera se complementan, aunque creo que las dos se ignoran, la primera es un film de Sam Mendes llamada "Revolutionary Road" (2008) basada en una novela que lleva el mismo nombre, en nuestro país la película se la dio a conocer como "Solo un sueño" y al momento de su estreno venía precedida por una gran repercusión ya que sus protagonistas eran Kate Winslet y Leonardo Di Caprio, la pareja mundialmente famosa de la película de James Cameron; "Titanic" que volvían a estar juntos en pantalla. (1)
La segunda es una canción llamada: "Triste, Louca ou Má" del grupo brasilero Francisco, el hombre, banda que desconocía (hasta este momento) que gracias a este tema fueron nominados a la categoría de mejor canción en lengua portuguesa para los Grammys Latinos del año 2017. (2)

Revolutionary Road esta basado en una novela  homónima de Richard Yates pubicada en 1961, (3) autor norteamericano (no muy conocido) desconozco el libro de hecho no sé si hay traducción al castellano, las críticas que hay con respecto a la novela son elogiosas, todas apuntan a que captura el espíritu de época y que retrata como pocos el vacío existencial de la clase media norteamericana, la película aunque por momentos muy teatral en su puesta en escena y en su visión como film, va al hueso del asunto pero de una manera inesperada.
Hay que apuntar que a la película no le fue muy bien en el momento de su estreno, en su país de origen, tuvo críticas más bien tibias, repartidas, de hecho no es un gran film, pero en la ambición de su estructura, en la intensidad de las actuaciones logra trasmitir no solo el vacío existencial sino la perfecta trampa, el "cómo" se instituye una familia, cómo define su forma y de qué manera se codifica clausurando todos los posibles afueras.

Triste, Louca ou Má es una canción que en su poética va desplegando un lugar de enunciación que no se ahorra en  reparos ni especula con el contenido, habla desde la mujer pero no se queda en la cuestión de género, busca una mirada más amplia que gracias a la belleza melódica que va desplegando la voz y la sutil intensidad de un fraseo va horadando al sentido común, logrando un grado de maduración muy diferente, al resto de las canciones que conforma Soltasbruxa (2017)el segundo disco de Francisco, el hombre, como si realmente en la canción las voces anónimas y silenciadas encontrara su espacio para decir, hablar, comunicar la impotencia del silencio y de lo indecible.

El punto más alto de Revolutionary Road es la perfomance actoral de Kate Winslet, no es que las otras actuaciones estuvieran mal o por debajo de las otras, sino porque toda la apuesta de la película esta colocado en el cuerpo de la actriz, en su rostro, en ese mundo a punto explotar que su mirada trasluce, en esa interioridad que comunica con cada uno de sus gestos, en esa invisibilidad de lo que no puede ser dicho pero que cobra vida como una latencia peligrosa, huracanada, subversiva. La voz del deseo en su carne, se resiente, sufre, se devora, se autofagocita, no encuentra canal, ni contención, solo el vacío que su salto delata cuando cae con toda la fuerza de la pasión.

El video clip deTriste, Louca ou Má puntualiza el discurso textual de la canción, pero no literaliza su intención, sus imágenes muestran esas antiguas casas señoriales amplias y frescas, no hace falta que aparezca un hombre, (en el sentido de la ley) para que se sienta su presencia, en sus escenas, banales cotidianas, vemos a una mujer sentada al borde de la cama ensimismada en sus pensamientos, a otra en una mecedora fumando tratando de convivir con el hastío y el aburrimiento. Uno de los aciertos estéticos del video es que es un paseo por los interiores de la casa, donde se dejan ver estas escenas, como la del baño donde una mujer se peina al borde de la bañera en una actitud de placidez erótica; el otro acierto es que las mujeres que aparecen no tienen el cuerpo estereotipado y convencional a las que las publicidades y los videos clips nos tienen acostumbrados. Las mujeres que aparecen son negras, mulatas, de cuerpos voluminosos, no representan la encarnación de lo sublime ni de la idea de femineidad romántica que el imaginario masculino cultivo en la literatura, la belleza esta en la madurez de los cuerpos, en la gravedad de sus pasos, en la sencilla coreográfica que las descubre ágiles y veloces, juntas y separadas, respirando el mismo ritmo, la misma cadencia que las identifica, las agrupa y las dispersa, es la marea de las últimas cosas que esta llegando. (4)

Revolutionary road transcurre en la década del ´50, en pleno apogeo del american ways of life y de la paranoia macartista, es una historia de los suburbios, de una pareja que se creía destinada para un destino mayor: son bellos, son jóvenes y la envidia de sus amigos, pero algo falla, algo los resiente en el presente de su ambición, en la intimidad de sus deseos de cambio los caminos se enfrentan, se repelen y se mutilan entre si. Si algo caracteriza a la década del ´50 es que en ningún otro momento histórico de los últimos 100 años se puso a la familia como estandarte de una nación. Como emblema de resistencia para el enemigo exterior (la amenza roja) como para el más nocivo y peligroso: el interior.
La familia es una caja de resonancia por donde pasa el discurso político, una pedagogía de autoayuda que encontraba en las selecciones de Reader´s Digest su imaginario apocalíptico, la familia tenía que estar preparada para lo peor, (la tercera guerra mundial, la catástrofe atómica) tenía que ser fuerte pero sobre todo cruel, la familia era una estructura sólida donde se apoyaba el país, la moral y la ética ciudadana, por eso no le temblaba el pulso a la hora de señalar las posibles encarnaciones de su enemigo. No en vano la década del ´50 fue el escenario estético tanto del cine como de la literatura de ciencia ficción donde apareció reflejado el miedo a lo realmente otro; llámese: negro, judío, homosexual,comunista, extraterrestre o mujer. (5)

En la canción de Francisco, el hombre, si bien no se habla de una época aunque por las imágenes del video clip quizás resuene el pasado colonial, el marco donde se dicen las cosas es contemporáneo, la voz viene del pasado pero el discurso es actual, límpido e incluso joven por su liviandad enunciativa, ni la tradición ni la ley parecen hacer mella de su claridad conceptual

Triste loca o mala/será calificada,la que se rehuse/a seguir esa receta
la receta cultural/del esposo y la familia/cuida, cuida de la rutina

Lo que cambia en relación al film de Sam Mendes es que en la canción hay salida posible, existe un punto de fuga, si hay algo que en el mundo retratado en Revolutionay road no puede ocurrir es que la mujer se emancipe, no hay vida para ella sin el matrimonio, no es mujer sino tiene hijos y dedica su vida de abnegado sacrificio; tanto a la crianza como al consentimiento, sumisión, y cuidado no a su marido (solamente) sino a la idea del hombre, del padre de familia que tiene sus derrapes, infidelidades y su otra vida  afuera, en cambio la mujer no la tiene, es pura vida interior con sus brillos, momentos de esplendor y epifanías secretas.

Solo realmente, niega/ la bien conocida receta
quien, no sin dolores,/ acepta que todo debe cambiar
Que un hombre no te define/ tu casa no te define
tu carne no te define/ tu eres tu propio hogar

Triste, Louca ou Má es una apuesta por volver a comenzar, en su irreverencia deja entrever que hay que re-ver, desandar e incluso destruir los antiguos preceptos de la tradición y la cultura con respecto a la mujer, a la idea de mujer, a su manera de estar  y percibir la sensorialidad del mundo.

Ella enloqueció/ desató nudos
va a vivir sola/ Yo no me veo en la palabra
"hembra", objeto de caza/ conformada víctima
Prefiero quemar el mapa/ dibujar el camino
ver colores en las cenizas/ y reinventar la vida (6)

Uno de los momentos más memorables de la película es cuando Kate Winslet, en toda su bella humanidad mira en un estado de vulneravilidad absoluta por la ventana, el afuera, esa posibilidad que se le escapa, que la tiene que dejar escapar porque no hay vida posible más allá de la casa, del entorno familiar, de ese hijo que no desea en su vientre, de la inquisidora, tierna, paternal y terrible mirada de su marido que ya no lo mira con sus ojos, sino con los de la ley, del estado, de la nación.
La película termina con un sabor amargo, triste, negro, la familia perfecta debe pagar un precio muy caro para lograr la felicidad del país.
La ironía de la escena final tan solo constata que Revolutionary road es una historia que nadie pretende escuchar, porque hay demasiadas voces que tratan de reprender, juzgar y separarse de ella como si fueran la peste, cada uno tiene su versión de los hechos, cada uno imprimió en ellas su propio deseo, su propia fantasía con respecto a una pareja ideal, el final devela esta ilusión como si fuera un mal sueño del cual todos tratan de despertar.


1-https://es.wikipedia.org/wiki/Revolutionary_Road
Esta es una crítica en un medio local al momento de su estreno https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-12695-2009-01-29.html

2-https://en.wikipedia.org/wiki/Francisco,_el_Hombre

3-https://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Yates
Un retrato cabal de Richard Yates https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5081-2009-02-01.html

4-https://www.youtube.com/watch?v=lKmYTHgBNoE

5- En este aspecto la mejor expresión estética sobre la paranoia fue la serie unitaria The Twiling Zone (1958-1963) de Rod Serling que presentaba una fábula moral sobre la incapacidad del hombre de entender lo desconocido y lo realmente otro.

6-Versión original en portugués https://www.letras.com/francisco-el-hombre/triste-louca-ou-ma/