jueves, 26 de diciembre de 2019

Lo Bello y lo Necesario

                                       
                                                                                            Para Victoria y su gran corazón
                   
                     
                        Cuál es el límite del dolor, cuál es su capacidad para una sensibilidad totalmente abierta al mundo, qué comporta el dolor cuando se llega a un umbral, pero no solo el propio sino también el ajeno. el del otro, el del que uno ama, de qué manera se puede compartir esos momentos tan difíciles donde la angustia es un goteo insoportable, y llegado esos momentos, puede uno hacerse cargo del dolor más próximo, puede uno poner el cuerpo por el otro y recibir.
Uno de los mitos más hermosos y problemáticos de la cristiandad, es la del hijo de Dios que condescendió a ser hombre para morir por los pecados del mundo, y redimir de esta manera a la humanidad en una larga espera de culpas, castigos y promesas de salvación.

The green mile (1999) película de Frank Darabont (1) se ocupa de esta problemática, desde un imaginario que linda con lo fantástico dentro de un mundo entre comillas normal, porque todo sucede dentro de una prisión, en un lugar dentro del presidio, llamado la milla verde que es el destino final de los condenados a muerte.
El film esta basado en una novela de Stephen King que lleva el mismo título (2) hay que recordar que este autor es conocido y popularizado por sus novelas de terror, pero también es un excelente narrador con mucha sensibilidad social, y que sabe retratar en pocos trazos como lo hizo también Lovecraft (3) de manera involuntaria (en el siglo pasado XIX), a la norteamérica profunda.

Detalle no menor porque la historia esta ambientada durante la época de la depresión en el estado de Luisiana en 1932. Debo confesar que no leí la novela, pero el film como otros del mismo director tiene una mirada piadosa sobre la materiales narrativos, sabe cómo contar una buena historia administrando la información, bordeando con sabiduría los golpes bajos, todo ello con humor e ironía bajo una mirada atenta  que no juzga a sus personajes sino que los deja hacer, no hay condena moral, ni un relato ejemplificador que se nos quiera comunicar, si en cambio se pone énfasis en lo ciertamente intrasmisible de toda experiencia precedida por el paso del tiempo.

Afirmo esto sin negar que de Green Mile es una película de Hollywood, está pensada como un entretenimiento, tiene todos los condimentos de un relato con buenas intenciones, hay una fábula, es cierto, y también una moraleja, pero esto no quita lo ciertamente perturbador que es la condición concreta e inaprensible del "dolor", eso excede a la historia y la mantiene viva hasta el final.
John Coffey es un preso que llega al pasillo de la muerte con toda su gigantesca humanidad a modificar el curso de las cosas, pero sin un ápice de voluntad por hacerlo, porque está en su naturaleza exponerse y dar su cuerpo literalmente por el dolor de los otros.

No hace mucho entre en contacto, o en todo caso debo decir que un poema compartido en un muro de faceboock entró en línea directa con mi sensibilidad, provocando una interrogación que en lo obvio de lo dado, y la costumbre, buscó rápidamente sacarse un poco de culpa, frente al dolor de los demás.
El poema tiene un tono socrático, directo, no anda con vueltas ni vuelos metafóricos, dice las cosas por su nombre y en su enumeración de daños despliega una estrategia deliverada para punzar la buena conciencia ciudadana que no sabe cómo hacer frente a la miseria social y humana de este mundo que nos toca compartir.
Diego E. Suarez, (4) es un poeta de una sencillez extraordinaria, la mirada que le otorga a las cosas tiene la suficiente percepción como inteligencia para decirlo "todo" con pocos elementos, no hablo de una voz minimalista, sino de alguien que crea un lugar de enunciación que va a la especificidad del decir, descarta lo meramente bello por lo necesario y desde esta posición poética habla de la necesariedad de lo bello.

Johnn Coffey es un hombre de una contextura inmensa, es un negro de actitud sumisa, que destila una bondad que confunde a sus carceleros, que rápidamente lo quieren catalogar como un ser raro con cierto retraso, pero ciertamente peligroso, porque ha sido encontrado culpable por la muerte y violación de dos hermanas de poco más de 9 años, hecho por el cual es condenado a la pena máxima, es decir su muerte en la silla eléctrica.
El relato comienza ´por el recuerdo del protagonista, (un excarcelero interpretado por Tom Hanks) en un asilo de ancianos, que ya no puede vivir sin tratar de contar lo que ha vivido, en este terreno donde el pasado toma protagonismo, todo lo narrado se tiñe por la intensidad de la experiencia, que pide un público dispuesto a asombrarse por los misterios de lo inesperado frente a la opacidad del lenguaje, que trata como puede de transmitir toda la emoción de un hecho excepcional.

El poema de Diego E. Suárez, detenta un tono social y comprometido con lo que observa, en su forma (que es su contenido), hay una crítica solapada pero certera a los medios masivos de comunicación, que centran y crean la atención de la audiencia con un miserabilismo escandaloso y manipulador.
Con esto no quiero decir que la poesía hoy, debe ocupar el lugar del periodismo, sino simplemente constatar un hecho: Cuando algo realmente se comunica: "se comunica todo", en su más elemental y precisa expresión.
Lejos estamos de la pretensión de objetividad, ni tampoco se trata de ser objetivos, sino en qué lugar ponerse para decir algo ligeramente distinto y sustancial, a lo que se reproduce de manera sistemática y agobiante en los medios masivos de comunicación (no todos, claro, pero son la minoría), que hacen del miedo, la intolerancia y la desesperación su cartera de trabajo.

John Coffey es un ser extraordinario, su cuerpo sabe mucho más de lo que el puede expresar con palabras, a la manera del idiota dostoiesvkiano, John Coffey es un ser iluminado, gratificado, alguien con la capacidad de absorber la dolencia del otro, alguien que consume el dolor del otro, lo deglute en su interior y lo devuelve al aire como una suerte de expectoración metafísica.
Quiso el devenir de los hechos que el destinatario de semejante "Don" fuera un negro, de aspecto amenazante, (más por su tamaño), en una época donde la negritud todavía era considerada una mala palabra y una ofensa a la moral, blanca, puritana y protestante.
Por eso no hubo una verdadera investigación en su caso, para la justicia era muy claro que no había otro culpable que john Coffey que oportunamente había sido encontrado junto a los cadáveres de las niñas, pero lo que realmente nadie se había preguntado era porque cuando lo encontraron a John Coffey estaba llorando a los gritos diciendo una y otra vez -Jefe, lo quise detener, lo quise detener, pero ya era muy tarde.

"Alimento no perecedero" se llama el poema de Diego E. Suárez, a toda vista el título señala una mirada social, humana, solidaria, apela en su constitución a ese imaginario, pero en lugar de quedarse en la comodidad demagógica del mensaje, va más allá para poner en evidencia, algo que se busca escamotear todo el tiempo con el síndrome culposo de lo políticamente correcto.
El tono va de lo social a lo político, y de lo político a esa capacidad cada vez más lejana de la humanidad de con-moverse por el otro en la contingencia su singularidad.

"Hoy por hoy/ algunas criaturas/ mueren dos veces:/ primero de hambre/ después de un balazo/policial o vecinal/. Acordate: Se agarran/ con ellas, no con/ la clase política/ a la que legitimaron/ ni con la oligarquía que nos estafó/ otra vez."

La voz del poeta no impone un sentido, hurga las consecuencias de un modo de vivir e inter-relacionarse con el mundo, una manera que encuentra su razón de ser en el desprecio, el prejuicio y la criminalización de la pobreza.
La voz del poeta, tan solo señala lo obvio de manera eficaz y sencilla, pero lo tristemente evidente, es lo que muy pocos se animan a brindar sin especular por su salvación, de alguna manera la redención en este mundo capitalista no es una opción descabellada, aliviana la presión de la culpa, por tanta fagocitación del ego en beneficio propio.

"Una criatura menos,/ estómago vacío,/ pecho trizado/ con bala salida/ a quemarropa/ de los bolsillos y los votos/ de la mayoría./ Acordate: Esta noche/ antes de dormir/ sentí ese plomo/ rasgando ese tejido humilde/ de una vida por delante."

Lo que el poema apunta en su ejercicio, es que no importa tanto el acto sino el gesto que esta antes del acto, eso que nos vuelve irremediablemente humanos, eso que damos, porque es un don, sin esperar retribución a cambio, porque un don siempre es un regalo, algo que nos excede, sobra y que reclama ser compartido porque esa es toda su naturaleza.

"Acordate:/ En los tiempos/ que corren, el alimento/ no perecedero/ de primera necesidad/ se llama empatía".

No voy a develar los pormenores y la verdad de la historia de "The Green Mile", pero lo que si quiero es observar que en tiempo de crisis, de hambruna y desesperación lo que salva y contiene al relato del mundo es "la humanidad demasiado humana", lo que John Coffey detenta con su sola presencia es el absurdo de la especie, qué no sabe qué hacer ni en qué lugar ponerse para interpretar al dolor más allá de la propia carnadura, lo que John Coffey demuestra desde su tonta bondad, es que comunicar y contener al dolor del otro tiene un precio, ser el reverso de la dolencia de los otros tiene un costo en donde la vida se fuga por la intensidad del gasto, del don, pero en esa fugacidad la vida humana cobra toda su dimensión, porque no hay explicación que avale la justificación de nuestra existencia en este universo.

Diego E. Suárez es un poeta que pone y se ex-pone desde el bostezo insondable del dolor, presta su voz al servicio de lo inexplicable, es un medio, un espacio oportuno para que la materia sensible de la vida y la afección realmente pase, transmita y comunique el hecho poético. Es un lugar de enunciación que no reniega ni de la ironía ni del humor, que desde su distancia telegráfica nos recuerda, que el dolor no es algo estrictamente personal, sino que es la propia constitución de la vida en toda su voluntad entrópica que no deja de nacer y perecer.
Diego E. Suarez es un poéta de la com-pasión, de la incómoda ternura del dolor, uno de sus últimos libros tiene un título que en sí mismo es una declaración de principios poética "Sufrimiento de otro en su cuerpo", pero este es otro cantar del cual ya voy a tener oportunidad de hablar.
A fin de cuentas Diego E. Suarez nos pone sobre aviso, nos advierte desde su propia carnalidad lo que tiene de humano lo humano, para no olvidar el propio sin sentido de nuestra especie, que en su especificidad trata de lidiar como puede con lo desconocido. Es un llamado desde el más acá, un llamado extemporáneo, un llamado que todavía cree en la calidez irreemplazable de un abrazo.


1-Para chequear información sobre la película https://es.wikipedia.org/wiki/The_Green_Mile
trailer del film https://www.youtube.com/watch?v=0zkms0Tkmus
Datos biográficos del director https://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Darabont

2- Para corroborar datos de la novela https://es.wikipedia.org/wiki/La_milla_verde_(novela)

3-Unos años atrás escribí en este sitio sobre Lovecraft http://lortellado.blogspot.com/2011/11/la-suma-de-todos-los-miedos.html

4-Pequeña reseña biográfica precedida por un interesante reportaje a Diego E. Suárez donde expresa mucho más que las preguntas que le hacen. https://www.todasantafe.com.ar/?p=9727








No hay comentarios:

Publicar un comentario