viernes, 18 de noviembre de 2011

la militancia de la forma

Hablar de tango en el sentido mas duro es hablar de tradición, hablar de tradición es también hablar de ruptura, hablar de ruptura es hablar de Piazzolla, santo y hereje de nuestra historia musical.
Pero no voy a hablar de él sino de su efecto en el campo sonoro, que hoy se debate entre el tango de cotillón, (for export e inofensivo) y el tango que ya no es el tango de siempre, inutil repetir una tradición de manera literal, cuando su época de oro y expresión quedo en el recuerdo.
Los tiempos cambian y asi parece entender "Rascasuelos" un banda nueva dentro del escenario porteño, pero con un primer disco que pone en escena toda la problemática del tango, de una manera contundente y ambiciosa.

Hablar de Piazzolla es como hablar de Borges en el campo de la literatura, sobre todo por como intervienen los dos en el campo de la tradición. Como lo modifican y conquistan en definitiva un lugar de enunciación, a tal punto lo conquistan que en el imaginario musical y literario es perfectamente reconocible tanto una melodía de Piazzolla como la prosa de Borges.
Este lugar de conquista se logra después de una larga depuración estilística, estos artístas son creadores no únicamente en el sentido de la originalidad, sino en como procesan su tradición, desde una lateralidad excéntrica al género al que abogan.
Piazzolla desde su fuerte formación en la música sinfónica contemporánea y Borges, desde la filosofía y la enciclopedia Británica, ambos confrontaron tradiciones, y en ese proceso las obras de ambos son el campo de batalla cultural, entre la tradición, la vanguardia y los géneros populares.

Hablar de Rascasuelos, es hablar de confrontación en el campo cultural, pero dicha confrontación opera desde la especificidad del género. Todo parece ser posible en nuestra Babel sonora, los matrimonios más insólitos hacen gala del saber posmoderno, desde el llamado tango electrónico, al tango mas ligado al rock, tenemos cantantes de rock que se han acercado al tango, con resultados a veces felices y al parecer todas las combinaciones son posibles e inagotables, a tal punto el género sufrió experimentos (productos tanto del marketing como de la novedad) que hasta tenemos un tango maridado con los Beatles. Que hay que decirlo con todas las letras, es un verdadero pastiche en el peor de los sentidos.
Rascasuelos frente a este panorama musical eligio depurarse, de una manera muy curiosa: maximizando todos los recursos que hacen al tango. De alguna manera toda la historia del género, atraviesa el cuerpo sonoro de Rascasuelos, cada tema del disco es un llamado a la tradición, llamado con el oido atento siempre, a lo que sucede en la escena contemporánea (jazz , rock, experimental, etc,)

Rascasuelos hace tango, no queda duda de ello desde el primer al último tema, esta es su manera de enunciar la problemática sobre la tradición. Todo este conjunto es un bloque compacto en unidad temática y estilística. Es una experiencia sonora que bordea todo el tiempo los límites del género e interpela al oyente, desde sonoridades reconocibles a pasajes de pura abstracción musical. No hay línea melódica que enganche, no se busca la empatía simplona o demagógica. A primera oida  uno escucha y dice tango, pero por debajo como bien lo dice uno de los temas hay un "Río sólido", que en su flujo arrastra todo, en ese discurrir el género se revuelve en otras posibilidades, en otras moléculas sonoras; pero nunca al punto de que que el código sea irreconocible, hay un respeto por la forma  y en este aspecto lo que ofrece Rascasuelos es una verdadera militancia por la forma.

Las canciones del disco redoblan la apuesta temática, ya lo indican algunos títulos: "Pasión"", "Tocando fondo", "Muchacha en guerra", canciones que quizás dentro de otros contextos musicales sonarían artificiales, porque en el imaginario se refuerza el tópico con que esta asociado el tango: la melancolía, el dolor, el resentimiento amoroso, etc; pero que en la voz del cantante adquiere un dramatismo exasperante.
Uno como oyente, quizás espere momentos de sosiego después de las ordalías instrumentales pero este no es el caso, la voz subraya lo que la música sugiere y hace explotar al sentido. Pero más que una explosión es una implosión, algo explota por dentro y deja una marca en la superficie.
Esta marca es el grano de la voz, la ríspides del decir que en la superficie musical va hilando una narrativa, que tanto es el derrotero de las situaciones dramáticas que presenta, como un comentario sobre la propia materia musical de Rascasuelos.

"Tocando fondo,
 qué habrá debajo
  detrás del límite
  del quiebre del final."

Esta materia es la tradición, el límite, que la música se encarga de quebrar, la experiencia sonora del tango atravesada por otras tradiciones,  pero no hay un mas allá de tradición sino una vuelta,  un regreso cargado de recorridos que le da otra vida al género.

"El hombre que una vez
  hizo el camino
  arranca tras la huella y se va
  (...)
  y tiene que escapar para volver"

Volver a la tradición después de Piazzolla no es un gesto inocente, es una actitud y una política. Actitud porque hay una mirada crítica y autoconciente sobre los límites entre la experimentación y el género.
La tradición no puede seguir alimentando de la misma manera, ahora hay que alimentarla, por eso el gesto inicial de esta banda condensa una política sobre la forma, y sobre el agotamiento de toda tradición y toda vanguardia que no contemple su propia historia.

Con Piazzolla el género se fuga buscando oxigenarse del peso de la tradición. Hoy 2011 después de tantas rupturas, vanguardias, trasvanguardias ,ortodoxia y marketing, el punto de fuga y de quiebre es justamente volver a la tradición, así lo entiende Rascasuelos y apuesta con todas las cartas sobre la mesa.


Intengrantes


Patricio Bonfiglio: Bandoneón


Nicolás Tabbush: Violín


Fulvio Giraudo: Piano y theremín


Pablo Clavijo: Violín y viola


Julián Arellano: Chelo


Hector Limón García: Voz


Cristián Basto: Contrabajo




La letra que se reproduce es la de: Tocando fondo.




Hay varios videos de Rascasuelos en Youtube, los recomiendo, la banda tiene un sitio en Faceboock ahi se pueden enterar de las fechas y novedades y pueden escuchar algunos temas del disco en: http://www.myspace.com/rascasuelos

domingo, 13 de noviembre de 2011

La suma de todos los miedos

 
    "Lo que la literatura percibe (se trate de la literatura que llamamos Kafka, o Borges, o Cortázar)
     no es tanto un estado de las cosas (hipótesis realista) sino un estado de la imaginación."
     
                                                                                                                              Daniel Link
                                                                                                              del libro "Como se lee"

    El 11 de agosto de 1925 se publica un cuento, en la revista Weird Tales ( especializada en fantasía, terror y Ciencia Ficción) llamado simplemente "El".
No hubo revuelo editorial, ni se transformó en un suceso, ni el autor fue más conocido por él, ni siquiera es uno de sus mejores cuentos. Pero el autor un desconocido (por entonces) Howard Philips Lovecraft estaba sintiendo los cambios de paradigma del mundo, en su literatura.

La historia presenta tópicos que para la época, por el modo en que el autor trabaja la forma, es viejo. Si hay un detalle que caracteriza a las vanguardias del siglo XX es ese corte radical con el pasado. Lovecraft  parece hacer oídos sordos sobre esto y escribe como si viviera en el siglo XVIII y en este gesto que determina su percepción, se juega una política de la escritura.
Howard P. Lovecraft

 La historia que presenta el cuento es simple: un hombre con pretensiones artísticas, viaja a Nueva York en busca de inspiración, vaga por sus calles en un estado entre la expectación y la desilusión, la ciudad no era lo que pretendía (su imaginación) y gradualmente descubre que no se va a convertir en el poeta que sueña.
Hasta que se encuentra con "El" que le muestra el costado más oscuro y antiguo de la ciudad, este encuentro modifica su  percepción sobre el mundo y ya no vuelve a ser el mismo.

Si algo puedo decir sin riesgo a equivocarme sobre este escritor, es que su literatura es la reescritura obsesiva de una misma historia. En todas hay una revelación, en todas sus personajes se encuentran con un pasado terrible y todas sus historias terminan con la noticia de esa revelación, como una maldición inevitable.
Si una problemática atraviesa su literatura, es la de lo límites del lenguaje frente a lo realmente desconocido y la razón como un artificio pobre, frente a los cambios de un mundo nuevo.

Frente a esto Lovecraft elige escribir como un hombre del siglo XVIII, se hace cargo de esa tradición, pero de una manera muy particular y sobre todo literal, porque en su afán de escribir respondiendo a la retórica de un mundo pasado, se deja atrapar  por los dispositivos de lectura y percepción de un mundo que ya no existe, pero esto no significa volver al pasado, sino que el pasado interviene y deforma el flujo de la escritura, en tensión con su presente y el futuro, ese futuro siempre saturado de adjetivos.

Un poeta chileno en un poema advertía sobre los abusos de los adjetivos, no recuerdo al poema en cuestión pero si su sentencia: "el adjetivo cuando no da vida, mata".  Y si de adjetivos se habla, la literatura de Lovecraft es una verdadera destrucción del sustantivo como identidad unívoca, nada queda en pie en las descripciones de los horrores que nos presenta, ni los paisajes desconocidos que parecen atravesar a sus personajes. Todo es abusivo y extremo, en un mismo párrafo convoca al espanto tanto como la risa, al asco como al ridículo, todas las categorías sobre lo bello y lo feo se ven superadas.
"He" por Coven Illustracion-2011

La prosa de Lovecraft  aún a pesar de él es parte de su siglo, siglo que supo ser frágil en las categorías y en los equilibrios sobre la normalidad."Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo" escribió otro habitante del siglo XX en un libro sumamente curioso, cauto y seco en su forma, que parece discutir punto por punto con la literatura de Lovercraft.
"De los que no se puede hablar, hay que callar", nos dice en su libro ético sobre el lenguaje que también abreva con lo desconocido: "Hay, ciertamente lo inexpresable. Se muestra, es lo místico."

Lovecraft no fue un hombre religioso, de hecho se definía como un ateo materialista, pero su literatura no deja de rendir tributo a un pasado sagrado, que sobrepasa lo humano y lo pone en una nueva relación con el universo. Esto dentro de su perspectiva no es de ningún consuelo, lo único que logran hacer sus personajes en todas sus historias, con ese mínimo de cordura que les resta, en contar la experiencia. Pero la experiencia para los personajes de Lovecraft, es justamente el terreno donde el lenguaje se ve obsoleto y lo impensado ciertamente es un dato siniestro.


"Me encontré con él una noche de insomnio, mientras paseaba desesperadamente tratando de salvar mi alma y mi imaginación."

Como tantas otras narraciones este cuento comienza por el final, uno no sabe que va a pasar con el narrador  una vez acabado el cuento, pero imagina. La imaginación es el terreno donde se debate la historia, no sin cierto drama afectado por el histrionismo de la prosa.

El personaje busca ser poeta por consecuencia de las maravillas de una ciudad portentosa, como pudo haber sido Nueva York a principios del siglo XX. Es interesante este detalle, porque sin que el autor lo mencione el personaje de su historia es un flaneur, figura cara a la poesía moderna.
Que un poeta como Baudelaire, inquieto e incisivo lo toma de Edgar Poe, que en uno de sus cuentos llamado "El hombre multitud" esboza esta nueva sensibilidad que tiene como escenario a la ciudad como dispositivo de percepción.
Walter Benjamin (otro escritor donde el pasado se debatió de forma distinta) escribió a propósito que la mejor manera de conocer una ciudad es perderse en sus calles.
El personaje de Lovecraft lo lleva a cabo, se pierde y en eso pierde lo más valioso para él, su imaginación.

Ya no hay imaginación posible (parece decir el personaje) después de los horrores que contempla, en algún punto esta narración se roza, con la problemática del arte después de Aushwitz.
Lovecraft se murió antes de los campos e Hiroshima, no pudo saber de las torres, pero si de algo supo es del miedo, que en la narración se condensa en lo otro, lo extranjero, lo desconocido e impenetrable de esas "multitudes que bullían en las calles como torrenteras (...) de achaparrados y morenos extranjeros de facciones endurecidas y ojos pequeños; astutos y extranjeros sin sueños y sin sensibilidad"

Nueva York, ya en ese entonces se estaba transformando en lo que es hoy, una ciudad cosmopólita y abierta, con mucho afluente inmigratorio, esto provoca tensiones culturales, luchas y muertes, por una tierra (como gustaban decir los europeos), sin historia.
Esto es lo que se filtra en la narración, la voz de los sin historia, contamina al relato con la maldición y la muerte. Por eso este personaje no puede convertirse en poeta, su imaginario no puede con el horror. Horror porque la tierra fue sustraída con violencia y mentiras a sus antiguos habitantes, horror porque el linaje que pretende es una cáscara vacía, horror porque la ciudad esta creciendo y se esta transformando en una gigantesca Babel de culturas extrañas, horror finalmente porque su platonismo cultural, es una enfermedad que se alimenta del miedo a lo realmente otro.

En un párrafo, cuando ya sabe vencido sentencia a la ciudad, (sentencia, que es un involuntario retrato sobre el género en el que escribe),  sentencia con su prosa contaminada de formas extrañas y viejas que habitan la respiración de su escritura, frente a la pura demanda del cuento y del mundo que le toco vivir.

"...el hecho de que esta ciudad de piedra y estrépito no es una sensible perpetuación de la vieja Nueva York como Londres lo era del viejo Londres, o París del viejo París, sino que está, de hecho muerta, su cuerpo yaciendo imperfectamente embalasamado, infectados por extraños seres animados que no tienen relación alguna con lo que era cuando estaba viva."

 Lovecraft no fue un filosofo del lenguaje, ni fue un gran escritor, simplemente era escritor, le gustaban los cuentos de terror, escribió desde ese género para un público minoritario, les hablo de sus miedos desde los suyos y supo condensar (involuntariamente) los horrores mas inexpresables de su tiempo, en una sociedad como la norteaméricana, que curiosamente tiene gran tradición con el miedo, miedo que oportunamente se convirtió en herramienta política, en feroz cruzada, y en el motor de un imperio temeroso y temerario.


Los fragmentos del cuento "El" son del libro La llamada de Cthulu y otros cuentos de terror, la traducción es de José A. Alvaro Garrido.

La ilustración del cuento esta hecha especialmente para este texto, es de Coven Illustracion en Faceboock, pueden ubicar su trabajo.

Recomiendo la gran edición de los Mitos de Cthulu y recomiendo la excelente introducción sobre Lovecraft de Rafael Llopis, uno de los traductores de esta joyita editorial.


sábado, 5 de noviembre de 2011

Cuando la historia desborda al cine

                             "Susan Buck-Moss sostiene en Mundo soñado y catástrofe que el acto
                              de identificar al enemigo es el acto de soberanía y es, de hecho, el acto
                              político por excelencia. (...) También afirma que definir al enemigo es, de
                              forma simultánea definir al colectivo."

                                                                                                                    Roger A. Koza
                                                                          Del texto Los enemigos, crítica salida en la
                                                                          revista La Rana a propósito de Iluminados
                                                                          por el fuego. 
                              


        Hubo un tiempo en que hablar de cine nacional era hablar de un dolor de cabeza, de un cine muy precario en ideas y de una generación chupada por ese agujero negro que fue la época del proceso. Como bien sabemos no solo hizo estragos en los cuerpos, sino también en la cultura. Y el imaginario, se vio afectado por este enorme trauma en nuestra historia reciente.
El cine al que me refiero especialmente, es al de la década del ochenta, nuestra época del destape, con toda la vehemencia de los temas antes prohibidos, el cine recibió acuso y  quiso contar todo lo antes negado.
Tuvimos títulos como La noche de los lápices, Los chicos de la guerraLa historia oficial que mereció un oscar (culposo) por parte de la academia, La deuda interna y una larga lista que seria agotador enumerar.

"Iluminados por el fuego", película del 2005, parece hecha en esta década, tiene una continuidad con el imaginario de esa época y sobre todo porque habla específicamente sobre la contienda de Malvinas. Una cosa que queda claro desde el comienzo, es que la misma busca saldar una deuda de la sociedad argentina.
 La película esta basada en el libro homónimo del veterano y periodista Edgardo Esteban, que también participó en el guión del film, debo decir que no leí el libro, pero por el film es clara la voluntad de conjurar a los demonios de la guerra.

Generalizando un poco, se podría decir que existen dos tipos de tratamiento sobre la guerra: un modelo (harto conocido) lo tenemos con La Iliada donde la épica del acontecimiento esta puesta en función del héroe que termina ganando la guerra, con gloria, con astucia, para beneplácito de sus dioses y la patria. Hay que agregar que este relato (conocido y también mitológico), es el relato de los vencedores, aunque también puede tener otros ribetes como la épica y el sacrificio de los vencidos, asi parece indicar la historia de los espartanos de 300.
El otro tipo es generalmente la historia de los vencidos, pero con minúscula, la historia de los grises, la de la miseria y el infierno. Donde la guerra, es la guerra íntima de cada soldado frente a lo inevitable, en este terreno no hay héroes, hay sobrevivientes. Un claro ejemplo de este tipo de relato es La delgada línea roja, también claramente Senderos de gloria y Apocalipsis Now, es un claro e hipnótico descenso a los infiernos.

Iluminados por el fuego, comparte estos dos modelos: hay una épica pero es la de la derrota y hay una derrota que es la de los veteranos sobreviviendo a la sociedad. Estos dos modelos tensionan al relato, lo contradicen, gracias a esto, mantiene atento y  finalmente deja abandonado al espectador, cuando la película decide cerrar mas que abrir la problemática al mundo.
El relato comienza cuando un veterano devenido en periodista, sensible a la problemática social, como lo dicen las imágenes de las manifestaciones que cubre, se enterá que un antiguo camarada se intentó suicidar. Esta situación lo pone en contacto con este pasado, pasado que sin lugar a dudas es la guerra, la guerra que por consecuencia los convirtió en seres muy cercanos a pesar de la vida que llevaron después.
El relato nos pone en aviso cuando menciona  la cantidad de suicidios, desde que terminó la contienda, (dato real) y lo que seguiremos viendo tendrá ese halo, entre la crónica, diario personal y documento sobre los hechos ocurridos.
La historia tiene una estructura circular, el tiempo va a ir del presente hacia el pasado y de ese pasado al presente, ese pasado que es Malvinas. El personaje intérpretado por Gastón Páuls vuelve a la isla, a cerrar las heridas.
La escena final efectivamente se filmó en las islas, lo que se filmó allí es casi real, el único dato de ficción es Gastón Páuls y la mirada del director sobre la historia que cuenta.

Si hay algo que define la película por consecuencia, es que el enemigo no son los ingleses, sino el propio ejercito con sus soldados: el hambre, el frío, la humillación, el maltrato; es la cotidianeidad de los soldados mas rasos. Hay una mirada comprensiva y compasiva sobre esto en el destino de los personajes, se percibe claramente la fragilidad emocional de los jóvenes envueltos en un destino que no eligieron.
Nada va a ser igual después de esto, comprueba el relato, iluminados por el fuego nos indica el título nunca mejor puesto.
La iluminación de la guerra, es una pérdida del sentido, un rito de pasaje hacia lo más absurdo de la experiencia humana.  Pero en este caso la iluminación de la guerra, es una comprobación de la inutilidad del servicio militar, del sinsentido que es mandar jóvenes sin ningún tipo de preparación, ni amparo más que la retórica autoritaria de Dios y La Patria.

En esto la película queda claro, pero se ve embarrada por las propias contradicciones que superan ampliamente el marco del film. Si por un lado queda en evidencia la crueldad del régimen militar, por el otro hay un discurso paternalista sobre la derrota en Malvinas. Hay de hecho una constatación de esto cuando el militar personificado por Juan Leyrado anuncia la derrota frente al ejercito, enunciando la típica cantinela: ustedes han peleado como verdaderos soldados, van a ser recordados por todos los argentinos, son héroes, esta escena podría haber sido irónica pero no lo es, esta cuidadosamente subrayada por la música de fondo, la imagen de Leyrado apenas velando la imagen de Galtieri sin ningún tipo de patetismo nos habla mas de la nobleza militar frente a la derrota, que de la derrota misma, por mas que la voz de Gastón Páuls en la siguiente escena intente lo contrario.

Iluminados por el fuego es una película que tiene buenas intenciones y cierto afán pedagógico en su afán por explicar los motivos y las causas, es claro el esfuerzo en hacer visible a los veteranos y a su dolor, lo más genuino de esta película es el dolor, por más que los actores intenten actuarlo, el dolor los excede, cobra un protagonismo inusitado, y por momentos maneja los hilos de esta historia.
Esta película es interesante por lo que desborda los márgenes del relato, dos discursos hacen su batalla en el seno de la misma: una que busca decir y otra que omite, una que habla de la locura militar y otra que encuentra lo mismo, pero todo lo tiñe con la excusa del buen padre que se a vuelto un poco loco.

A fin de cuentas esta podría haber sido una gran película, sobre la locura de la guerra, tiene de todo: Militares locos, militares déspotas y patéticos, militares (simplemente) y chicos como balas de cañón del ejercito primero y de la sociedad después. Podría haber sido pero no, no es una gran película, es una película valiosa, necesaria, urgente, aunque lo que se le puede reprochar es no ser lo suficientemente valiente al mirar todo el horror de la argentinidad al palo y a los golpes.



Dirección: 
Tristán Bauer
Guión: 
Edgardo Esteban & Gustavo Romero Borri & Tristán Bauer & Miguel Bonasso inspirado en el libro homónimo de Edgardo Esteban y Gustavo Romero Borri

Este texto tuvo una primera versión que lo publique en Faceboock, esta segunda es una reescritura de la primera teniendo como eje dos textos muy buenos sobre la película en cuestión,
Uno se llama Los enemigos y es de Roger A. Koza, el otro es de Gustavo Noriega llamada Iluminados por el fuego: críticas y unas cuantas preguntas.
Una apareció en la conocida revista de cine el Amante, la otra en una revista literaria de Córdoba llamada La rana, ignoro si sigue saliendo en la actualidad.

La delgada línea roja, film de Terence Malick del año 1998
Senderos de gloria de Stanley Kubrick del año 1957
Apocalipsis Now de Francis Ford Coppola del año 1979