miércoles, 18 de noviembre de 2015

Rascasuelos: una banda de tango


           


                Debo confesar que el tango no es un género que escuche con frecuencia, tampoco conozco su historia salvo lo que todo el mundo sabe o cree saber sobre el: amor, resentimiento, crítica social, melancolía, erotismo, soledad, etc. y también claro esta, algunos nombres que han trascendido al género: Gardel, Troilo, Pugliese, Piazzolla, inevitablemente en el imaginario Buenos Aires y el tango son sinónimos de una misma percepción sobre la identidad que habla de un sentir y un estar en la ciudad.
La gran ciudad a la que llegue hace 13 años. Quiso el azar que fuera a vivir el segundo año de mi estadía en una casona ubicada en el límite entre Constitución y Monserrat, gracias a una amiga que se había mudado con su novio, necesitaban gente para habitar una de esas típicas casas chorizo. En este lugar en el que viví muchos años conocí las crisis y genialidades de uno de los músicos más rigurosos que he visto hasta ahora: Patricio Bonfiglio (1) es su nombre, pero dentro del ambiente es más conocido como Tripa, el novio de mi amiga, bandoneonista y compositor.

Unos años atrás en este blog escribí sobre Rascasuelos (2) banda nueva que salía a la calle con su primer disco como carta de presentación, en ese texto trate de desarrollar las inquietudes que me generaba esta propuesta, en el encontraba una perfecta síntesis entre búsqueda formal y experimentación, me sorprendía el grado de condensación de cada pieza instrumental y canción, como si toda la historia del tango pudiera pasar por cada una de ellas, en esa nota escrita con deliverado distanciamiento falto agregar que Rascasuelos era la banda de Patricio mi amigo, que siempre tuvo un respeto crítico acerca de los grandes valores no solo del tango, sino de la música en general, pero sobre todo siempre fue un fervoroso militante del trabajo, nunca se caso con el talento ni con sus facilidades como músico, a los que sigue problematizando con la tensión obsesiva del aprendizaje constante.

Patricio es un músico joven para la trayectoria que tiene, con tan solo 34 años ya formo parte de La Orquesta Típica Fernández Fierro, y junto al pianista de esta misma orquesta: Julián Peralta, tiempo después darían forma a Astillero Tango, al cual denominaron con mucha ambición Tango de ruptura, después de esta experiencia donde cada vez más fue afianzando su labor compositiva, aparece de nuevo en escena con Rascasuelos junto a Limón García (3) otrora cantante de la banda de rock del conurbano Vía Varela, y corista de la época más revulsiva de Bersuit Bergarabat.
A todos estos datos hay que agregar que siempre sus proyectos tuvieron una fuerte impronta de autogestión e independencia cooperativa, cuando era integrante de la Fernandez Fierro ayudo en la creación del Caff (Club atlético Fernandez Fierro) espacio aún vigente que ayudo a contener y a dar continuidad a la orquesta y a todo un circuito under, con Astillero supieron crear la Milonga en Orsay en una vieja casona de San Telmo, y lo más novedoso de esta aventura es que crearon una escuela, un espacio de enseñanza por fuera de la academia donde no solo formaron músicos, sino que también fue una manera de compartir un ethos de trabajo.

Rascasuelos como lo fue la Fernandez Fierro y Astillero son para Tripa Bonfiglio un camino, y la posibilidad de ir a contramano de los parámetros enmarcado por la tradición de cómo debería sonar el tango del siglo XXI, que proyecto a proyecto fue moldeando un decir para nada complaciente con oídos acostumbrados a productos hechos y etiquetados con fecha de defunción próxima, ni tampoco lo es con aquellos policías de la tradición que todavía están asimilando a Piazzolla.
Atrás quedaron la novedad y el marketing del tango electrónico que tuvo tan solo dos buenos exponentes como Gotán Projet y Bajofondos que más que una re-formulación del género eran puntos de partida para otra cosa, nadie podría decir que eso no es tango ni tampoco aseverar que lo es, pero esto no es motivo de preocupación en nuestra aldea local, si algo ha demostrado el mercado es que apadrina todo tipo experimentos cuando cree que a descubierto algo nuevo propicio para sus bolsillos.

Si hay una problemática que atraviesa el pulso creativo de Patricio Bonfiglio, pasa por el sentido del género en el presente, es decir:
¿tiene razón de ser, hacer tangos nuevos sin someterse al peso de la tradición, corriendo el peligro de sonar anacrónico u oportunista, frente a la demanda exótica de los escenarios del resto del mundo?
Rascasuelos como lo ha demostrado en su primer disco es una respuesta sólida a esta cuestión, y en este aspecto el debut de la banda funciona como una declaración de principios.
Como oyente enfrentarse a las once composiciones que propone este disco es un ejercicio agotador, se corre el riesgo de terminar exhausto, hay un grado de información puesto al servicio del detalle que genera una sensación opresiva, el sonido interpela a los oídos, la piel, el estómago, la fin de cuentas Rascasuelos es una banda visceral literalmente visceral y esto claramente se potencia con sus presentaciones en vivo.

"Tangos Vivos" (4) el sucesor de esta experiencia es un disco mucho más sencillo en este aspecto pero no por ello menos complejo, a diferencia de sus antecesor tan solo tiene nueve composiciones, si bien son dos tracks menos la diferencia se hace notar al final, que se siente fundamentalmente porque Rascasuelos (el primer trabajo) pide la extrema concentración al oyente de hoy, reclamando implícitamente algo que parece no tener: tiempo para escuchar y detenerse en las minucias y los detalles.
Tangos vivos en cambio es un disco que se deja escuchar sin reclamos de esta índole, porque ya supone que hay un público moldeado por esta sensibilidad, la clave en esta nueva aventura es la modulación, si algo tenía el disco anterior eran fuertes contrastes no entre temas instrumentales y canciones, sino entre el silencio y el ataque de la música, en este sentido todas las composiciones del primer disco tienen la urgencia de darlo todo en cada segundo, ya los nombres de los temas indican un peso específico en la superficie sonora

-Hoy                                         
-Cuero crudo                          
-La pasión                              
-La Máquina roja                   
-Tocando fondo 
-Quiero
-68
-Guernica
-Muchacha en guerra
-Cantaba tangos
-Río sólido

No hace falta pensar demasiado con respecto a algunos nombres, sobre todo en los temas instrumentales (68, La Máquina roja, Guernica) puestos claramente con la intensión de condensar al máximo la complejidad semántica e histórica del sentido, pero no como ilustración, ni viñeta explicativa, sino como punto por donde se fuga lo irrepresentable, es una estrategia que bordea lo imposible de la expresión.
Con las canciones el imaginario corresponde a ciertos lugares comunes del género, donde hay un trabajo reflexivo sobre el material poético, pero lo que se cuenta no son crónicas ni tampoco historias, más bien retratos de tinte impresionista, donde la atención esta puesta en la pincelada que hace al cuadro, en el valor sonoro del fraseo, de cada palabra cantada, rumiada, masticada por la voz de Hector Limón García que hace de la intensidad un arma peligrosa.

Si hay un concepto que pudiera definir este primer trabajo sería el de la melancolía rabiosa, Cantaba tangos (la última canción de este disco) es una buena muestra de la imposibilidad del pasado en el presente, no es el decir llorón del macho abandonado por la vida sino la amarga constatación de lo irremediable de ella.
Esta línea se sigue en Tangos Vivos con la canción "La próxima curda" (5) que es en rigor una continuación crítica del clásico de Anibal Troilo y Cátulo Castillo, "La última curda" que en su tópico: alcohol, bandoneón, herida absurda, viejo amor, responde todavía al imaginario de la bohemia donde este tipo de sensibilidad creía en la salvación por la forma, cosa que no ocurre en "La próxima curda" donde ya no es posible ningún tipo de redención, ni de memoria.

En la letra de Cátulo Castillo el personaje que narra parece haberlo perdido todo, pero aún así se aferra a lo único que le queda, la música y el recuerdo de lo perdido, la letra es una confesión de su derrota. La próxima curda no tiene nada para contar, ni confesión que hacer, no hay memoria en esta voz que narra tan solo la certeza de que siempre hay un próximo trago y quizás con suerte este sea el definitivo, los contrastes son obvios entre estas letras, una habla de un tiempo donde todavía era posible la bohemia, un código de conducta frente a la adversidad, en cambio en la letra la próxima curda este tipo de contemplación ya no es posible, su personaje es un desterrado, un desangelado, un sobreviviente, y a diferencia de la última curda en este escenario ya no hay dignidad que se pueda sostener.

Solo basta leer el comienzo de las dos canciones para entender el tipo de ruptura que hay de un tipo de sensibilidad a otra

La última curda                                                               

Lástima, bandoneón,                                                    
mi corazón...                                                                  
tu ronca maldición maleva.                                         
Tu lágrima de ron me lleva                                          
Hasta el hondo, bajo fondo,                                        
donde el barro se subleva...                                          
Ya sé...no me digas...tenés razón                                  
la vida es una herida absurda,                                     
y es todo, todo, tan fugaz                                              
que es una curda                                                          
nada más, mi confesión.   

La próxima curda

La próxima curda
será la mejor
te juró compadre
que hoy tomaré hasta la sangre de Dios
será pura vida o la perdición
será agua de zanja, mezclada con rabia
y el más bruto ardor.
Aunque pierda la memoria
sé qué hoy haré historia
y al final un perejil, la contará.                                             

Musicalmente la próxima curda es la canción con mayor dosis de intensidad en la placa, marca un límite que el resto de las composiciones no transgreden, hay una mayor utilización del espacio para que se anticipe mejor los lugares por donde el tiempo cae, machaca, subraya y explota, la intención ya no es perturbar al cuerpo sino invitarlo a bailar, si el compromiso que la banda exigía para con sus oyentes era la escucha obsesiva hasta el mínimo detalle, en esta nueva experiencia esto sigue existiendo, pero en menor medida porque ahora el foco esta puesto en lo que puede un cuerpo con la melodía, el ritmo, y el contundente silencio al final del compás.

Como ocurría con el trabajo anterior, hay dos líneas narrativas que se complementan sin superponerse, la primera de ellas son los temas de carácter instrumental que siguen conservando su riqueza melódica, timbrica y ese impulso rítmico que rompe y juega con las estructuras, las composiciones en este trabajo no poseen nombres con resonancias históricas, excepción hecha con "Porco Dio", donde la carga es más simbólica e incluso afectiva, esta expresión es literalmente un insulto en italiano donde uno puede percibir el histrionismo de la sangre latina frente al infortunio, palabras en donde también está contenidas el pasado del genero con su historia de inmigraciòn y pobreza, el destino de los que trataron de hacer su América y le terminaron de dar el toque final a esa sensibilidad identitaria tan característicamente argentina: el desarraigo y el exilio. La patria desde siempre es ese fantasma del cual se quiere huir o volver.

 No es casual que Porco Dio sea el tema elegido para comenzar el disco, la respiración del bandoneón es una taquicardia sonora que empuja a los demás instrumentos como si la melodía se desplegara cuesta arriba, peleando centímetro a centímetro por mover un pesado cuerpo donde conviven la sorda persistencia del contrabajo, junto a la percusión melódica del piano y el exasperante timbre de las cuerdas en los momentos que alcanzan su mayor climax. Porco Dio es un tema que confronta al silencio y marca un camino que el siguiente tema la próxima curda intenta redoblar, si hay una característica en Tangos Vivos es que el disco en lugar de acumular intensidad se va despojando de ella como si se fuera vaciando.

El resto de los temas instrumentales se mueven en un territorio más denso e incluso climático, salvo "Hambreground" que musicalmente es el de espíritu más juguetón dentro del conjunto y de alguna manera es la pieza más autosuficiente y redonda en su composición, más que nada por su voluntad clásica y belleza melódica. "Todos los humos", otro de los temas destacados es una reflexión sobre cómo se utiliza al tiempo para construir un espacio sonoro por donde finalmente se fuga la melodía, dejando a su paso un rastro espeso donde solo queda reverberando la persistencia melódica del bandoneón que insiste hasta disolverse en su propio quietud.

Así como los temas instrumentales en su derrotero cuentan una parte del disco, las canciones son la otra cara de esta narración, que no están pensadas de manera conceptual, sino más bien llegan a esa idea madre, gracias a la elección del orden de los temas.
Este concepto no declarado pero evidente es la pérdida, detalle que se refleja muy bien con "Partida" el tema que cierra el disco y en su final deja entrever la distancia recorrida, desde el imponente comienzo de Porco Dio, pasando por sus diferentes modulaciones de tiempo e intensidad.
Las canciones y piezas instrumentales para llegar a ser en este disco, se van desnudando para así mostrar su propia vulnerabilidad.
Si la próxima curda era el límite de exaltación pasional que que la banda estaba dispuesta a no transgredir, "el sueño de un despierto" es el corazón necesario para que esta experiencia ocurra, una vidala sentida donde el protagonismo esta puesto en la voz, en su tono carrasposo y blusero que alcanza su grado de verdad cuando fuerza su límite quebrándose en el estribillo, buscando instalar por la sola fuerza del decir la posibilidad de un mundo.

Quien no se ha ido
dejando algo atrás
y busca consuelo
en volver a empezar
(...)
Es que el sueño de un despierto
hasta vuela de verdad

El resto de las canciones oscilan entre diferentes matices de textura y sonido pero comparten como en el caso de "Salidera" y "Por eso" un mismo motivo temático que en general atraviesa la densidad musical del disco, este motivo es doble: la memoria y el olvido, si el protagonista de la Próxima curda buscaba anestesiar el recuerdo, él de la canción Salidera lo padece como una condena

Te vi pasar estos años
sin nadie que recordar
en los domingos me quiebra
que no la puedo olvidar

Pero el narrador de Por eso (la última canción del disco) retruca con mucha ironía

esta tan viejo el recuerdo
que casi casi te olvido

No es para nada casual que el disco sobrevuele estos lugares entre la memoria y el olvido, primero porque el tango es un género que ha hecho de la nostalgia su arma primordial de resistencia ante los embates del mundo, haciendo del resentimiento amoroso una herramienta política porque con ella ha encontrado una manera de suspender al tiempo, de detenerlo, de reducirlo a una sola cosa, a un solo sentido que es el desarraigo ya sea del amor, de la sociedad, de los ancestros, o del mundo.

Esto que afirmo dejo de suceder en la década del 50 cuando apareció Piazzolla, partiendo en dos a su historia y a partir de ese momento el género ya no pudo sostener el enorme artificio de su ingenuidad, ya no era posible este estado de gracia de ninguna manera, más que a costa de su propia caricaturización.
La situación había cambiado rotundamente, la ciudad ya no era la misma y el tango ya no era un género minoritario porque ahora formaba parte de la institución cultural, frente a esto había que romper con lo establecido y Piazzolla fue al tango lo que fueron los Sex Pistols para el rock: una enorme explosión que con su onda expansiva lo arrastro todo.

Rascasuelos es una banda contemporánea, son muy conscientes de la historia del género, no reniegan de su imaginario al contrario apela a el pero no como nostalgia de una época dorada sino como una manera de hacer política que en su práctica hace hablar al tango con el lenguaje del presente.
Tangos vivos es la prueba fehaciente de que el tango solo es posible de esta manera, es decir volviendo a establecer ciertos parámetros por donde transitar, marcando nuevos límites que transigir y cuestionando severamente a su legado histórico pero para ello antes que nada, hay que sacarlo del museo, de la tarjeta postal, y de su condición de soja de la cultura (6).






La página de la banda donde pueden ver la información con respecto a recitales, giras, videos y en donde pueden escuchar los discos es http://www.rascasuelos.com.ar/



Rascasuelos es:

Patricio "Tripa" Bonfiglio: bandoneonista, director y compositor.

Fulvio Giraudo: piano

Cristian Bastos: contrabajo

"Limón" García: voz

Nicolás Tabbush: violín

Karmen Rencar: cello

Mariano Malamud: viola



Hay que agregar que los músicos de la banda son de excelencia para saber más detalles con respecto a ellos entrar a http://www.rascasuelos.com.ar/descargas/dossierrascasuelos.pdf




1-Recientemente en un diario local salio una amplia entrevista a Patricio Bonfiglio donde se puede entender su filiación con el tango y la música http://www.lanacion.com.ar/1844511-las-dos-caras-del-tango-hoy

2- Rascasuelos se desdobla también en otra banda con los mismos integrantes llamada Rascacielos donde recrean tangos tradicionales y bailables, un acercamiento mucho más accecible para el público.

3- Por cuestiones longitud en esta nota, falto agregar como los devenires de los músicos lo fueron acercando al tango, en esta entrevista hecha en el programa "Fractura Expuesta" a propósito de su primer disco se puede apreciar esto que digo https://www.youtube.com/watch?v=mAhoGikGjcY

4- En rigor Tangos Vivos fue grabado en el año 2013 pero su edición final fue hecha en el 2015, y el primer disco de la banda es del año 2010.

5- La canción es de Juan Subirá y Pepe Céspedes, Subirá ya había colaborado con Limón García haciendo dos canciones del disco anterior, lo interesante es que esta canción La próxima curda también aparece en el último disco de Bersuit Bergarabat donde toco de invitado Tripa Bonfiglio https://www.youtube.com/watch?v=GSh2ogffzRM

6- Nuestro Jefe de Gobierno, hoy flamante candidato a presidente tuvo este exabruto (otro de los tantos) http://www.centrocultural.coop/blogs/laciudaddeltango/2010/08/04/macri-el-tango-es-la-soja-portena/

















                                                                                                   

                                                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario