sábado, 5 de noviembre de 2011

Cuando la historia desborda al cine

                             "Susan Buck-Moss sostiene en Mundo soñado y catástrofe que el acto
                              de identificar al enemigo es el acto de soberanía y es, de hecho, el acto
                              político por excelencia. (...) También afirma que definir al enemigo es, de
                              forma simultánea definir al colectivo."

                                                                                                                    Roger A. Koza
                                                                          Del texto Los enemigos, crítica salida en la
                                                                          revista La Rana a propósito de Iluminados
                                                                          por el fuego. 
                              


        Hubo un tiempo en que hablar de cine nacional era hablar de un dolor de cabeza, de un cine muy precario en ideas y de una generación chupada por ese agujero negro que fue la época del proceso. Como bien sabemos no solo hizo estragos en los cuerpos, sino también en la cultura. Y el imaginario, se vio afectado por este enorme trauma en nuestra historia reciente.
El cine al que me refiero especialmente, es al de la década del ochenta, nuestra época del destape, con toda la vehemencia de los temas antes prohibidos, el cine recibió acuso y  quiso contar todo lo antes negado.
Tuvimos títulos como La noche de los lápices, Los chicos de la guerraLa historia oficial que mereció un oscar (culposo) por parte de la academia, La deuda interna y una larga lista que seria agotador enumerar.

"Iluminados por el fuego", película del 2005, parece hecha en esta década, tiene una continuidad con el imaginario de esa época y sobre todo porque habla específicamente sobre la contienda de Malvinas. Una cosa que queda claro desde el comienzo, es que la misma busca saldar una deuda de la sociedad argentina.
 La película esta basada en el libro homónimo del veterano y periodista Edgardo Esteban, que también participó en el guión del film, debo decir que no leí el libro, pero por el film es clara la voluntad de conjurar a los demonios de la guerra.

Generalizando un poco, se podría decir que existen dos tipos de tratamiento sobre la guerra: un modelo (harto conocido) lo tenemos con La Iliada donde la épica del acontecimiento esta puesta en función del héroe que termina ganando la guerra, con gloria, con astucia, para beneplácito de sus dioses y la patria. Hay que agregar que este relato (conocido y también mitológico), es el relato de los vencedores, aunque también puede tener otros ribetes como la épica y el sacrificio de los vencidos, asi parece indicar la historia de los espartanos de 300.
El otro tipo es generalmente la historia de los vencidos, pero con minúscula, la historia de los grises, la de la miseria y el infierno. Donde la guerra, es la guerra íntima de cada soldado frente a lo inevitable, en este terreno no hay héroes, hay sobrevivientes. Un claro ejemplo de este tipo de relato es La delgada línea roja, también claramente Senderos de gloria y Apocalipsis Now, es un claro e hipnótico descenso a los infiernos.

Iluminados por el fuego, comparte estos dos modelos: hay una épica pero es la de la derrota y hay una derrota que es la de los veteranos sobreviviendo a la sociedad. Estos dos modelos tensionan al relato, lo contradicen, gracias a esto, mantiene atento y  finalmente deja abandonado al espectador, cuando la película decide cerrar mas que abrir la problemática al mundo.
El relato comienza cuando un veterano devenido en periodista, sensible a la problemática social, como lo dicen las imágenes de las manifestaciones que cubre, se enterá que un antiguo camarada se intentó suicidar. Esta situación lo pone en contacto con este pasado, pasado que sin lugar a dudas es la guerra, la guerra que por consecuencia los convirtió en seres muy cercanos a pesar de la vida que llevaron después.
El relato nos pone en aviso cuando menciona  la cantidad de suicidios, desde que terminó la contienda, (dato real) y lo que seguiremos viendo tendrá ese halo, entre la crónica, diario personal y documento sobre los hechos ocurridos.
La historia tiene una estructura circular, el tiempo va a ir del presente hacia el pasado y de ese pasado al presente, ese pasado que es Malvinas. El personaje intérpretado por Gastón Páuls vuelve a la isla, a cerrar las heridas.
La escena final efectivamente se filmó en las islas, lo que se filmó allí es casi real, el único dato de ficción es Gastón Páuls y la mirada del director sobre la historia que cuenta.

Si hay algo que define la película por consecuencia, es que el enemigo no son los ingleses, sino el propio ejercito con sus soldados: el hambre, el frío, la humillación, el maltrato; es la cotidianeidad de los soldados mas rasos. Hay una mirada comprensiva y compasiva sobre esto en el destino de los personajes, se percibe claramente la fragilidad emocional de los jóvenes envueltos en un destino que no eligieron.
Nada va a ser igual después de esto, comprueba el relato, iluminados por el fuego nos indica el título nunca mejor puesto.
La iluminación de la guerra, es una pérdida del sentido, un rito de pasaje hacia lo más absurdo de la experiencia humana.  Pero en este caso la iluminación de la guerra, es una comprobación de la inutilidad del servicio militar, del sinsentido que es mandar jóvenes sin ningún tipo de preparación, ni amparo más que la retórica autoritaria de Dios y La Patria.

En esto la película queda claro, pero se ve embarrada por las propias contradicciones que superan ampliamente el marco del film. Si por un lado queda en evidencia la crueldad del régimen militar, por el otro hay un discurso paternalista sobre la derrota en Malvinas. Hay de hecho una constatación de esto cuando el militar personificado por Juan Leyrado anuncia la derrota frente al ejercito, enunciando la típica cantinela: ustedes han peleado como verdaderos soldados, van a ser recordados por todos los argentinos, son héroes, esta escena podría haber sido irónica pero no lo es, esta cuidadosamente subrayada por la música de fondo, la imagen de Leyrado apenas velando la imagen de Galtieri sin ningún tipo de patetismo nos habla mas de la nobleza militar frente a la derrota, que de la derrota misma, por mas que la voz de Gastón Páuls en la siguiente escena intente lo contrario.

Iluminados por el fuego es una película que tiene buenas intenciones y cierto afán pedagógico en su afán por explicar los motivos y las causas, es claro el esfuerzo en hacer visible a los veteranos y a su dolor, lo más genuino de esta película es el dolor, por más que los actores intenten actuarlo, el dolor los excede, cobra un protagonismo inusitado, y por momentos maneja los hilos de esta historia.
Esta película es interesante por lo que desborda los márgenes del relato, dos discursos hacen su batalla en el seno de la misma: una que busca decir y otra que omite, una que habla de la locura militar y otra que encuentra lo mismo, pero todo lo tiñe con la excusa del buen padre que se a vuelto un poco loco.

A fin de cuentas esta podría haber sido una gran película, sobre la locura de la guerra, tiene de todo: Militares locos, militares déspotas y patéticos, militares (simplemente) y chicos como balas de cañón del ejercito primero y de la sociedad después. Podría haber sido pero no, no es una gran película, es una película valiosa, necesaria, urgente, aunque lo que se le puede reprochar es no ser lo suficientemente valiente al mirar todo el horror de la argentinidad al palo y a los golpes.



Dirección: 
Tristán Bauer
Guión: 
Edgardo Esteban & Gustavo Romero Borri & Tristán Bauer & Miguel Bonasso inspirado en el libro homónimo de Edgardo Esteban y Gustavo Romero Borri

Este texto tuvo una primera versión que lo publique en Faceboock, esta segunda es una reescritura de la primera teniendo como eje dos textos muy buenos sobre la película en cuestión,
Uno se llama Los enemigos y es de Roger A. Koza, el otro es de Gustavo Noriega llamada Iluminados por el fuego: críticas y unas cuantas preguntas.
Una apareció en la conocida revista de cine el Amante, la otra en una revista literaria de Córdoba llamada La rana, ignoro si sigue saliendo en la actualidad.

La delgada línea roja, film de Terence Malick del año 1998
Senderos de gloria de Stanley Kubrick del año 1957
Apocalipsis Now de Francis Ford Coppola del año 1979